LAS EXCURSIONES: Los molinos de agua, el rio y su entorno.
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EL PIMPOLLAR RUTA DE LOS MOLINOS Y VUELTA POR NAVALESPINO
Hoy os presento una ruta especial que por cierto la hice con mi hermano,
pimpollero de pro, tanto, tanto, que vive allí.
Vamos a mezclar una ruta de rivera y otra de altos vuelos. Esta va a ser
mi apuesta, pero si no queremos hacerlo tan duro podemos cortarla, modificarla
y hacerla a nuestro gusto, ya os iré diciendo por dónde podéis volver sin problemas.
Comentaros que la ruta de Endomono
no es la real, se me fue el GPS casi desde el principio, con lo que la hice a
pelo en la aplicación.
Hay una ruta de los molinos del Cofio en la página de excursiones del
Ayuntamiento de Santa María de la Alameda que explica perfectamente la existencia
de los molinos y su historia, pero solamente datan seis molinos cuando hay ocho,
también tenéis otras como en la página de turismo de Sierra Oeste. Por cierto,
entre el 5º y el 8º he dejado uno sin nombrar, ¿seréis capaces de encontrarlo?;
buscarlo y lo encontraréis:
§ RUTA
DE LOS MOLINOS (AYUNTAMIENTO DE SANTA MARÍA) http://santamariadelaalameda.com/turismo/rutas-y-sendas/ruta-de-rio-cofio/
§ RUTA DE LOS
MOLINOS TURISMO SIERRA OESTE:
EMPEZAMOS
Como el resto de nuestras excursiones emprenderemos la marcha en el pinar
del Pimpollar.
Esta vez bajaremos en dirección a la plaza del Pimpo y bajamos hacia el
río por la primera calle. Buscamos el mejor punto para poderlo cruzar, ya en
busca del primero de los molinos. Cuidado con el río, en verano baja con poca
agua, pero en invierno no se puede cruzar si no es por los puentes.
Este es el único de los molinos del cauce alto del Cofio que está en la Comunidad de Madrid, el resto ya están en Ávila.
Como veréis el estado de la construcción es pésimo pero todavía podemos
observar la obra principal, la rampa de bajada de agua y parte de la estructura
de aspas a las que atacaba el agua para mover las piedras y el desagüe de aguas al río.
Este molino lo conocí casi
en todo su esplendor y con el edificio entero, eso sí, cuando era joven, pero
disponía de techo y todo el sistema de molienda. Es una pena que se dejen deteriorar de esta manera,
pero ya se sabe que si no rinde, no se repara.
Ya dejamos el camino y continuamos por el margen del río encontrándonos otro
molino (la Palomilla), también los restos son del edificio principal, de la regadera,
este no tiene rampa, es un pozo vertical que acaba en un ángulo muy pronunciado
que es el que dirige el agua y le da velocidad, con la salida al río.
Continuamos por el margen del río, hacemos el Km. 4 y
5. Este lo hacemos casi en la valla de un prado en el margen derecho. A partir
de aquí el camino se fastidia, nos encontramos con una regadera de un prado y
la seguimos hasta que ya es complicado continuar, subimos a un
prado (siguiendo las huellas de las vacas, que son las que más saben) y cruzando alguna valla llegamos hasta el puente de las Navas ( Carretera AV-p-608 Las Navas-Peguerinos, Santa Mª de la Alameda), cruzamos el río por el puente viejo (puente Saluda) y desde allí vemos los restos del 8º y último molino. Poco queda de la construcción, la regadera, el pozo, pues este también es del tipo pozo, y la salida de agua al río. Ya poco nos puede contar este viejo amigo de los graves avatares que ocurrieron en sus alrededores allá en la guerra civil, cuando tantos unos como los otros hicieron cosas que es mejor dejarlas en nuestro recuerdo y sacarlas cuando necesitamos aprender de nuestros errores pasados.
prado (siguiendo las huellas de las vacas, que son las que más saben) y cruzando alguna valla llegamos hasta el puente de las Navas ( Carretera AV-p-608 Las Navas-Peguerinos, Santa Mª de la Alameda), cruzamos el río por el puente viejo (puente Saluda) y desde allí vemos los restos del 8º y último molino. Poco queda de la construcción, la regadera, el pozo, pues este también es del tipo pozo, y la salida de agua al río. Ya poco nos puede contar este viejo amigo de los graves avatares que ocurrieron en sus alrededores allá en la guerra civil, cuando tantos unos como los otros hicieron cosas que es mejor dejarlas en nuestro recuerdo y sacarlas cuando necesitamos aprender de nuestros errores pasados.
Hacemos en este punto el Km. 6. Buen momento para hacer un alto en el
camino, comer algo y rehidratarnos antes de continuar.
A partir de aquí y ya sabiendo lo que nos queda, tenemos que decidir, si
subimos o bajamos…
Como por este monte no hay caminos, no nos queda otra que ir subiendo
campo a través hasta la cima. Me explico. Una vez que estamos en el camino de
partida, lo que yo hice fue buscarme un punto de referencia en la parte más
alta de la montaña (hay unas grandes piedras en la divisoria, justo
al final del monte, excelentes para dirigirnos). Subimos por la ladera; consejo:
sigue las pisadas de las vacas, saben más que nosotros y conocen el monte mucho
mejor, os asombrará ver por dónde pasan, ya lo veréis.
Tras casi un kilómetro llegamos arriba, al primer arriba (¡¡¡¡). Tomaros
un minuto para coger un poco de fuelle en los pulmones y disfrutar de las
vistas, son espectaculares.
Si miramos en dirección Santa María-Navalespino (dirección Sur),
vemos que hay una serie de antiguos prados y unas grandes rocas tras una
vaguada. Volvemos a tomar las rocas como punto de referencia y seguimos subiendo
(km. 7). Siguiendo las antiguas vallas, cruzamos la vaguada y seguimos subiendo
hasta las rocas. De nuevo nos topamos con los restos de las líneas defensivas
de la guerra civil. Las cruzamos y continuamos subiendo.
Nos encontraremos con una vieja valla y un camino apenas visible que va
en nuestra dirección, lo seguimos, que nos llevará hasta Navalespino (km. 8).
El bar, cervecita y fonda. Unos minutos de descanso disfrutando de una
buena charla con los propios del lugar y continuamos. Bajamos por las calles
que dan a la derecha del pueblo, lo dejamos atrás bajando por una vaguada
siguiendo las vallas de los prados. Llegamos a la fuente de las Peleas y su
abrevadero de ganado (Km. 9). Cruzamos y seguimos por el camino que va en
dirección al Pimpollar por la divisoria (km. 10).
Tras cruzar muchas líneas de trincheras y restos de la guerra llegamos a
la última parte de la bajada (km. 11). Ya vemos el depósito del agua y la
carretera de la Estación al Pimpo. Bajamos hacia el depósito, seguimos el camino y
llegamos a la carretera. Cogemos la calle principal del Pimpo y tras 12 km.
llegamos al punto de llegada.
Como habréis visto he querido mezclar valle y montaña. La subida desde el
río a Navalespino es fuerte, más de 500. m. de desnivel con un porcentaje de
subida interesante y por campo a través.
La ruta, en general, no es que sea difícil, pero si es necesario que
estéis orientados en todo momento y si no conocéis la zona bien, sería
importante (y os lo recomiendo) que hagáis previamente un pequeño estudio sobre
el plano para saber qué os vais a encontrar. Este monte, especialmente hasta llegar al primer alto desde el
río, es duro, tiene muchos bosquecillos de jaras que os dejarán molidos,
cortados y arañados.
Necesitaréis buen calzado y ropa fuerte que os proteja de arañazos y no os
engañéis con que solo son 12 kilómetros. Yo tardé 6 horas y aunque empleé mucho
tiempo en hacer fotos y disfrutar de mis molinos y las vistas desde los altos,
no dejaron de ser seis horas de camino; se
tarda, es
una ruta pesada y si la subida es fuerte, la bajada cuesta….
Os dejo el enlace en:
ENLACE
PARA GOOGLE EARTH:
Hacer doble click y abrir el archivo
con google earth
Espero
que hayáis disfrutado de esta salida. Nos deja recorridos fáciles, subidas y
bajadas fuertes, bombeo del corazón a tope, vistas maravillosas y un contacto
íntimo con la naturaleza que nos hará alejarnos de nuestras actividades
diarias.